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Tipos de Divorcio en Guatemala
En Guatemala, el divorcio puede declararse de dos formas:
1. Por Mutuo Acuerdo de los Cónyuges
Este se lleva a cabo a través de un Proceso de Divorcio Voluntario.
2. Por Voluntad de uno de los Cónyuges mediante Causa Determinada
Este se realiza mediante un Proceso de Divorcio Oral, y puede basarse en causas como infidelidad, abandono del hogar, o malos tratos.
Procedimientos Legales
De acuerdo con la legislación guatemalteca, ambos procesos deben llevarse a cabo ante un órgano judicial competente, un juez de familia. En ambos casos, se requiere la asesoría de abogados en Guatemala.
Diferencias entre el Proceso de Divorcio Voluntario y el Proceso de Divorcio Oral
Proceso de Divorcio Voluntario (Divorcio Express)
El divorcio voluntario tambien es conocido coloquialmente como «divorcio express». En este tipo de proceso, ambos cónyuges (hombre y mujer) acuerdan disolver el matrimonio sin necesidad de invocar una causa específica. Esto evita la incomodidad y vergüenza de exponer causas personales ante el juez.
Este proceso es rápido y eficiente, permitiendo incluso la posibilidad de una audiencia digital, siempre que los cónyuges estén físicamente presentes con sus abogados el día de la audiencia virtual. Aquí, los cónyuges ya han decidido cómo se liquidará el patrimonio conyugal, el derecho de alimentos (pensión alimenticia), la guarda y custodia de los hijos (si los hubiere), y las relaciones familiares.
Las nuevas regulaciones legales establecen que, si existe un acuerdo total, válido y justo (evaluado por el juez) sobre la liquidación del matrimonio, el proceso consta de una sola diligencia para que se emita una sentencia de divorcio. Esto es posible gracias a la creación del Juzgado Pluripersonal de Primera Instancia de Familia con Competencia Específica para Procesos de Divorcios por Mutuo Consentimiento.
El divorcio por mutuo acuerdo no podrá solicitarse sino después de un año desde la fecha en que se celebró el matrimonio. Los cónyuges deberán presentar ante el juez un proyecto de lo convenido sobre los siguientes puntos:
- A quién quedan confiados los hijos habidos en el matrimonio.
- Por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y educados los hijos, y en qué proporción contribuirá cada uno de ellos.
- Qué pensión deberá pagar el marido a la mujer si esta no tiene rentas propias suficientes para cubrir sus necesidades.
- Garantía para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los cónyuges según el convenio, evaluada por el juez de familia.
Proceso Oral de Divorcio
A diferencia del proceso voluntario, en este tipo de divorcio uno de los cónyuges no está de acuerdo con la disolución del matrimonio o con las condiciones para hacerlo, a pesar de tener la intención de divorciarse. En este caso, uno de los cónyuges manifiesta ante el juez su deseo de disolver el matrimonio basándose en alguna de las causales contenidas en el Código Civil.
Este tipo de divorcio se lleva a cabo mediante un juicio oral, conocido así desde la implementación del Decreto Ley 206, Ley de Tribunales de Familia, con el fin de manejar estos procesos con mayor eficacia, eficiencia y rapidez.
Además, existe la posibilidad de llegar a un acuerdo en cualquier momento durante el proceso, respetando siempre el espíritu de conciliación y voluntariedad. Este acuerdo puede solicitarse mediante una audiencia específica o dentro de las audiencias programadas.
Recomendaciones
Es fundamental contar con la asesoría legal adecuada antes de iniciar cualquier proceso de divorcio. La correcta orientación legal permitirá llevar a cabo acciones preliminares que determinarán el éxito del proceso.
Durante esta preparación, se deben establecer estrategias para obtener convenios entre los cónyuges antes de plantear el divorcio ante un juzgado, ya sea oral o voluntario. Esta fase inicial de asesoría y planificación es crucial, ya que el abogado puede actuar como facilitador en la negociación de puntos relevantes con el abogado del otro cónyuge, puntos que el juez deberá conocer.
También se recomienda buscar asesoría antes de tomar la decisión definitiva o iniciar la conversación con el cónyuge, considerando que las causales tienen un espíritu y plazo de validez específicos para ser invocadas como causa legal de divorcio.
Esta estrategia es esencial para alcanzar resultados favorables en lo que respecta al patrimonio y a los hijos.
